Luis Mariani -amigo y productor de varios de los espectáculos de Mauré- y a quien presentamos en el anterior homenaje, me contó alguna vez, que el gran cantor tenía como casi una manía, el controlar su vestimenta y su peinado, antes de salir a escena.
“Increíble, estaban anunciándolo y el jorobando con la corbata, peinándose y abotonándose el saco. Mi corazón latía como si fuera a explotar, y él, no se le movía un pelo.
Eso por un lado, y por el otro, vaya como recuerdo y anécdota una de las tantas que pasamos y nos costara unos mangos.
Un día, en medio de una pelea con otro productor (en realidad vendedor de artistas), se ve que me citó como un modelo en responsabilidad y cuidado del artista. Se ve que el tipo, no pudo olvidarse de aquel altercado con Héctor y le quedó la sangre en el ojo.
Al poco tiempo, se me ocurre organizar en la zona de Tandil, Olavarría, Azul, Bolívar y Junín, una gira con Muaré, Lesica y Rufino. Los tres acompañados por un bandoneón y tres guitarras que me aseguré, incluso antes de plantear la gira a los cantores, aunque Rufino se bajó, porque tenía contrato con la TV y no lo autorizaron.
Les pasé las partituras, los hice ensayar en la casa de mi hermano en Berisso y cuando todo estuvo listo, alquilamos un colectivo y salimos.
La cosa estaba para juntarla con la pala, e incluso, para volver a los mismos lugares, si la cosa se daba como lo había planeado.
Pero cometí una torpeza: Le di manija a la gira en Radio el Mundo y en Rivadavia.
El tipo que había discutido con Muaré y para perjudicarnos a todos, armó la misma gira con artistas del programa Grandes Valores del Tango –en ese tiempo muy fuerte en el gusto del público- en los mismos lugares y mismas fechas.
Ni hablar lo que pasó!
Nos fue mal a los dos, los artistas se llevaron algo de dinero, pero nosotros –los productores- quedamos enterrados hasta los ojos.
Al mes, me voy a Capital, para armar otra gira con Mauré, pero apuntando a la Patagonia, allí tenía contactos y cuando lo propuse todos se pusieron a disposición del armado y publicidad.
Comento la idea a Mauré y éste se me queda mirando…
-Decime Gringo…¿Cómo te fue con la gira anterior, pero la verdad eh?
-Para el carajo, en realidad, a los dos nos fue para el carajo.
-Cómo a los dos?
-Si al otro también. El que llevó a los de Grandes Valores…
-Y quién armaba eso?
-Fulano de tal…
-No me cargues..
-Si, fue él.
-Lo voy a matar, te lo juro que lo voy a matar!!!
Yo quedé frío, nunca lo había visto con semejante locura. Golpeaba la mesa del bar y se había transformado. Quería agarrar un taxi e ir a buscarlo.
Con paciencia y palabras gratas, bajé un poco su locura y me salvó la llegada de un señor, que pidió permiso para saludarlo.
Pasado el momento y ya en su casa, volví sobre el tema, y me contó lo de su bronca.
En aquella discusión que tuvieron, el tipo le había jurado que adonde fuera a cantar, él le haría otro espectáculo para joderle la vida. Y cumplió, aunque la verdad, le costó mucha guita… y no creo que le sobrara tanto.
Lo de la Patagonia?
No se hizo por los costos, aunque al año, hicimos algo en ciudad de Neuquén, La Pampa y el sur de Buenos Aires, auspiciado por una conocida marca de cigarrillos. Un exitazo!"
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Eso por un lado, y por el otro, vaya como recuerdo y anécdota una de las tantas que pasamos y nos costara unos mangos.
Un día, en medio de una pelea con otro productor (en realidad vendedor de artistas), se ve que me citó como un modelo en responsabilidad y cuidado del artista. Se ve que el tipo, no pudo olvidarse de aquel altercado con Héctor y le quedó la sangre en el ojo.
Al poco tiempo, se me ocurre organizar en la zona de Tandil, Olavarría, Azul, Bolívar y Junín, una gira con Muaré, Lesica y Rufino. Los tres acompañados por un bandoneón y tres guitarras que me aseguré, incluso antes de plantear la gira a los cantores, aunque Rufino se bajó, porque tenía contrato con la TV y no lo autorizaron.
Les pasé las partituras, los hice ensayar en la casa de mi hermano en Berisso y cuando todo estuvo listo, alquilamos un colectivo y salimos.
La cosa estaba para juntarla con la pala, e incluso, para volver a los mismos lugares, si la cosa se daba como lo había planeado.
Pero cometí una torpeza: Le di manija a la gira en Radio el Mundo y en Rivadavia.
El tipo que había discutido con Muaré y para perjudicarnos a todos, armó la misma gira con artistas del programa Grandes Valores del Tango –en ese tiempo muy fuerte en el gusto del público- en los mismos lugares y mismas fechas.
Ni hablar lo que pasó!
Nos fue mal a los dos, los artistas se llevaron algo de dinero, pero nosotros –los productores- quedamos enterrados hasta los ojos.
Al mes, me voy a Capital, para armar otra gira con Mauré, pero apuntando a la Patagonia, allí tenía contactos y cuando lo propuse todos se pusieron a disposición del armado y publicidad.
Comento la idea a Mauré y éste se me queda mirando…
-Decime Gringo…¿Cómo te fue con la gira anterior, pero la verdad eh?
-Para el carajo, en realidad, a los dos nos fue para el carajo.
-Cómo a los dos?
-Si al otro también. El que llevó a los de Grandes Valores…
-Y quién armaba eso?
-Fulano de tal…
-No me cargues..
-Si, fue él.
-Lo voy a matar, te lo juro que lo voy a matar!!!
Yo quedé frío, nunca lo había visto con semejante locura. Golpeaba la mesa del bar y se había transformado. Quería agarrar un taxi e ir a buscarlo.
Con paciencia y palabras gratas, bajé un poco su locura y me salvó la llegada de un señor, que pidió permiso para saludarlo.
Pasado el momento y ya en su casa, volví sobre el tema, y me contó lo de su bronca.
En aquella discusión que tuvieron, el tipo le había jurado que adonde fuera a cantar, él le haría otro espectáculo para joderle la vida. Y cumplió, aunque la verdad, le costó mucha guita… y no creo que le sobrara tanto.
Lo de la Patagonia?
No se hizo por los costos, aunque al año, hicimos algo en ciudad de Neuquén, La Pampa y el sur de Buenos Aires, auspiciado por una conocida marca de cigarrillos. Un exitazo!"
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