Estimados lectores...
Debido la pandemia que nos está acorralando en nuestros hogares, para diesmar su efecto, hemos decidido poner uno o dos posteos diarios, aunque más no sea, para tratar de hacer pasar un buen rato, en medio del factible aburrimiento de estar en casa las 24 horas.
La idea es que el hecho de bajar y ponerse a escuchar el disco, nos de la posibilidad de pasarla lo mejor posible.
Solo pido un favor, sea del país que sea el lector que llegue: "No salga, cumpla con el pedido de cada gobierno y respete las reglas para salir de ésta pandemia"
Gracias y disfruten de nuestro Tango.
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MARIA MAYELA PADILLA MONGE
Hija de Ananías Padilla Mora y Evangelina Monge Azofeifa. Nace el 25 de marzo de 1956 y crece en una hacienda cafetalera en San Ignacio de Acosta. Concluye sus estudios primarios en la Escuela Cristóbal Colón de esa localidad y logra su Bachillerato en el Liceo de Acosta. Obtiene su Licenciatura en Ingeniería Agronómica en la Universidad de Costa Rica en la cual también se gradúa como Licenciada en Periodismo.
Ha laborado en la Contraloría General de la República, el Conservatorio Castella y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, específicamente en el Servicio Fitosanitario del Estado.
En cuanto a su carrera artística, ha escrito tres libros:
a) Cantos de elote tierno (1986) edición particular. Este libro es una colección de poesía costumbrista, recomendado por el Ministerio de Educación como material de interés cultural. Fue modificado en su estructura y presentación para convertirse en Leyendas ticas y otras vainas, (2006), publicado por la Editorial de la UNED;
b) Por los trillos de la finca (1995) edición particular, (2007) editado y distribuido por la Editorial Costa Rica). Se trata de una serie de historias que la autora vivió durante su infancia y parte de su juventud en una hacienda cafetalera en San Ignacio de Acosta.c) Dichos y refranes de los ticos (2003, 2005, 2007). Es una colección de dichos y refranes usuales en Costa Rica, que además contiene anécdotas, chistes, colmos… es algo así como “un revoltijo de costarriqueñismos”.Ma. Mayela es miembro de la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM), asociación que en el año 2002 la incluyó en la Galería del Compositor Costarricense.
Ha grabado tres discos compactos con más de 50 temas de corte típico todos de su autoría. Gran cantidad de grupos de bailes típicos han creado coreografías y han bailado muchos de sus temas.
En cuanto a música de corte popular, original de Ma. Mayela, el Grupo Gaviota grabó y popularizó dos temas: “Querido profesor” y “Noche lenta”. Jenny Castillo grabó el tema “No valía la pena”. Con la canción “El Abuelo”, interpretada por el vocalista Luis Fernando Esquivel, obtuvo el tercer lugar en el festival OTI a nivel nacional, en 1985.
También ha participado en
PROGRAMAS DE TELEVISION:
1. El barbero de la villa (1981-1982)
2. El fogón de doña Chinda (1983-1990),
3. Gentes y paisajes (1997)
4. La familia Mena Mora (1999);
PROGRAMAS DE RADIO:
1. Güipipía (1989-1994) y
2. Mañanitas en la finca (1995-2003);
PELICULAS DE LARGO METRAJE FILMADAS EN COSTA RICA:
1. La Negrita (1980)
2. Los secretos de Isolina (1985).
Ha aportado su creatividad y actuación en comerciales de televisión muy conocidos en los cuales la artista logra plasmar un sabor auténticamente costarricense aprovechando este tipo de mensajes para difundir el folclor tico.
Reconocimientos
Ha recibido dos premios: Forjadores de la historia, de la Municipalidad de Aserrí (1995) Lámpara dorada del Colegio Internacional Canadiense (2000).
También reconocimientos varios entre ellos:
a) Municipalidad de Acosta, b) Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural, c) ACAM y d) otras instituciones y organizaciones.
Nota:
Le envío este villancico original, ya que viene la Navidad.
Tema: Siguiendo una estrella.
Letra, música e interpretación de María Mayela Padilla, Costa Rica.
Arreglos y coros de Schirley González, Costa Rica.
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En el archivo encontraán más notas y fotos de María Mayela.
READ MORE - Nos honra con su aporte una costaricense
Salta llora y nosotros quedamos en silencio…
Murió Patricio Jiménez,
segunda voz del Dúo Salteño
Patricio Jiménez, segunda voz del magnífico Dúo Salteño, falleció en el atardecer del domingo, a los 64 años, en una clínica de Salta, como consecuencia de dos accidentes cerebro-vasculares que padeció el 10 de octubre pasado.
Nacido en la capital salteña el 13 de septiembre de 1943, Jiménez fue un cantor, autor y compositor que consiguió su mayor logro artístico al unirse con Néstor Chacho Echenique en 1967 para dar forma al Dúo Salteño.
El binomio, que contó con el fenomenal aporte de Gustavo Cuchi Leguizamón en la dirección musical, inauguró un tratamiento audaz y refinado para abordar la música nativa.A dos voces, con una guitarra y un bombo, el Dúo Salteño aportó como novedad un trabajo armónico sostenido en riesgosos contrapuntos y un siempre latente corazón de baguala para difundir un cancionero con las firmas de Manuel J. Castilla, Atahualpa Yupanqui y Sixto Ríos, por citar sólo a algunos.
La tarea de Patricio y “Chacho” quedó plasmada en una decena de álbumes y en reconocimientos como el de la Unesco que en 1990 les otorgó el Premio Tierra para el Desarrollo Cultural y los nombró Socios de Honor de la entidad.
El dúo se separó en 1992, pero volvió a caminar unido desde 2005 para continuar abonando una notable senda estética que el viernes pasado, por caso, fue reconocida por la Legislatura porteña que consideró a los salteños “Personalidades Destacadas de la Cultura”.
Además de ser una de las tres partes del dúo, Jiménez integró el Quinteto Sombras, Los Cumpas y Los 4 de Salta y en su haber se cuentan los temas musicales de obras como “El tren de Alemania” (con Castilla) y “Sin ella vienen los días” (con Oscar Valle).
El artista falleció a las 18.20 de ayer en la Clínica San Roque del barrio Tres Cerritos de la capital salteña. Sus restos son velados en la sala velatoria “E” de Pieve (San Luis 548, Salta) y serán inhumados hoy (Lunes) a las 16. (Télam)
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Raúl Iriarte
Cantor (15 de octubre de 1916 - 24 de agosto de 1982)
Nombre real: Rafael Fiorentino
Nace en Barracas y con apenas tres meses sus padres se mudan a San Isidro (Provincia de Buenos Aires). Quizás, después de Gardel, ha sido una de las voces del tango más famosa y requerida de América.
Desde joven se siente atraído por la música, su pasión eran el canto y la guitarra. Debuta a los 17 años en Radio Prieto acompañado por las guitarras de Disario, Durante y Deluchi, pasando luego por distintas emisoras.
Voz de barítono y una coloratura especial acongojada, dicción perfecta y buena pinta, fue desarrollando su labor como solista, hasta que es convocado por el maestro Mario Azerboni en 1938.
Luego de un breve paso por Edgardo Donato se integra a la orquesta de Enrique Forte, dada la fama de Francisco Fiorentino, deja de actuar con su nombre verdadero para presentarse con el de Raúl Iriarte.
A principios de 1943, Alberto Podestá se desvincula de Miguel Caló y pasa a integrar la orquesta de Pedro Laurenz, razón por la cual se inicia una búsqueda para reemplazarlo.
El autor Oscar Rubens le comenta sobre Raúl Iriarte y van a verlo, después de escucharlo lo contrata y el 17 de mayo de 1943, Raúl Iriarte graba su primer disco: el tango de Oscar Rubens y Alberto Suárez Villanueva "Es en vano llorar", que tenía en el acople con la voz de Jorge Ortiz, el bello tango de Piana y Manzi, "De Barro".
En el debut de Iriarte, la orquesta dirigida por Miguel Caló estaba integrada, en el piano por Osmar Maderna, violines Enrique Mario Francini, Aquiles Aguilar, Antonio Bogas y Mario Lalli, los bandoneones, Domingo Federico, Armando Pontier, José Cambareri y Felipe Richiardi y en el contrabajo Armando Caló.
El éxito llega rápidamente logrando imponer en el gusto del público dos temas de Carlos Bahr, "Mañana iré temprano" y "Cada día te extraño más" que graba el 10 de agosto de 1943. Al año siguiente regresa Raúl Berón a Caló, luego de su paso por la orquesta de Lucio Demare. La formación compite de igual a igual en la demanda del público con las de Aníbal Troilo, Carlos Di Sarli y Juan D'Arienzo, en una época en la que los binomios de cantores eran de suma importancia.
A fines de 1945 la orquesta sufre un gran golpe al alejarse de la misma los principales ejecutantes, para formar sus propias orquestas, Osmar Maderna, Domingo Federico, Francini y Pontier. Pero los aportes de Iriarte y Berón permiten la vigencia del éxito de la orquesta.
Luego la llegada, por un breve lapso, del cantor Luis Tolosa, en reemplazo de Raúl Berón, quien pasa a integrar la orquesta de Francini-Pontier, y después Iriarte compartirá el escenario con otro correcto cantor: Roberto Arrieta. En ese período, Iriarte logra nuevos éxitos con los tangos "Nada", "Tabaco", "Trenzas" y "Marión".
Durante el tiempo que integró la orquesta del maestro Caló, entre mayo de 1943 y diciembre de 1945, la orquesta grabó 43 temas y apenas 7 tangos en forma instrumental.
A fines de 1947 es requerido por empresarios para actuar como solista. Iriarte se desvincula de Miguel Caló, dejando grabado como último tema "Óyeme", obra de Homero Expósito y Enrique Francini.
Debuta en Radio Belgrano, en 1948, con el acompañamiento de la orquesta dirigida por el bandoneonista y arreglador Ismael Spiltanik.
En 1949 es acompañado por el conjunto del pianista Armando Lacava y, en 1950, dada su gran popularidad, parte hacia Chile, Perú, Venezuela y México, radicándose finalmente en Colombia. En 1956, en México supera todos los cálculos previos y cumple una de las etapas mas brillantes de su carrera. El éxito de esta gira, iniciada en 1954, culmina con una notable temporada en un teatro del Distrito Federal y entre sus compañeros de elenco participa la destacada actriz argentina Marga López (posteriormente nacionalizada mejicana). Además actúa en el famoso cabaret "EL Patio", donde graba, con el acompañamiento de conjunto dirigido por el bandoneonista Luis Álvarez los tangos "Prohibido" y "Noche de locura", ambos de Manuel Sucher y Carlos Bahr. Finaliza la gira en México en 1957 y parte para Cuba a cumplir un contrato para actuar en televisión, radios y cabarets de la isla.
Al regreso compra un gran bar y restaurant, en sociedad con su bandoneonista Luis Pérez Álvarez, en pleno centro de Bogotá.
Aclamado y admirado en todos los lugares donde llegó su voz y simpatía, fue uno de los más importantes embajadores del tango argentino.
En toda América su nombre gozó de inmensa popularidad. Tanto es así que en los programas radiales de música porteña sólo incluían los discos de Iriarte y de Gardel. Sus obras más logradas con Miguel Caló fueron sin duda la clave de tamaño éxito, una llave que lo catapultó a un mercado donde fueron llegando los compases de "El plebeyo", "La vi llegar", "Me duele el corazón" y otras páginas de notable calidad.
Regresa a Buenos Aires en febrero de 1972 a grabar nuevamente con Caló: "La mentirosa", "Nubes de humo", "Un lugar para los dos" y a dúo con Arrieta: "Mis flores negras" y "Todos vuelven". El 24 de mayo de ese mismo año, producto de un infarto, fallece el gran maestro Miguel Caló.
Iriarte regresa a Colombia, su lugar de residencia, continuando en forma espaciada su labor artística. En algunas giras fue acompañado por un conjunto dirigido por el pianista Osvaldo Berlingieri.
A partir de 1977 abandona el canto para dedicarse a la función de empresario, orientando y organizando giras a distintas figuras argentinas del tango, entre ellas a Juan Carlos Godoy, Armando Moreno, Roberto Mancini. Promovió y organizó la mayoría de los homenajes a Gardel en Medellín, donde participaron las más importantes figuras del tango.
El 24 de agosto de 1982, próximo a cumplir 66 años y luego de una penosa enfermedad, fallece en Bogotá, Colombia.
Fuente : http://www.todotango.com
Tino García
Cantor (25 de junio de 1910 - 22 de abril de 2007)
Nombre real: Constantino García
Hijo de españoles, nació durante el Año del Centenario, en la calle Lavalle 975, de la ciudad de Buenos Aires. Cursó estudios primarios y ya a los trece años estaba empleado en una librería donde comenzó a aprender el oficio de encuadernador, el que ejerció durante toda su vida. Encuadernador fino que trabajó para renombradas imprentas y editoriales.
Como ocurrió con tantos muchachos de su época, muy pronto el canto estuvo presente en su vida y, por supuesto, el tango. Es posible que su primera actuación formal haya sido con el trío de Alejandro Scarpino en el Cine Los Andes, de Boedo, en 1927.
Un par de años más tarde, concurrió para los carnavales al “Pabellón de las rosas”, ubicado en la Avenida Alvear y Tagle, acompañado por un amigo bandoneonista que integraba el conjunto de Juan Maglio, seguramente, algún problema lo había privado del cantor y avisado por el amigo supo que aquel muchacho cantaba. Así fue su debut con Pacho y también despedida, pues para una segunda entrada, por falta de técnica o por ingerir bebidas frías, queda disfónico y se volvió a su casa.
En 1930, con un conjunto barrial —De La Torre-Casado—, se presentó en Radio Prieto, allí lo escuchó Carlos Marcucci y se lo llevó para su sexteto, actuaron en la misma radio, también en Radio Argentina y en el cabaret Dancing Ocean. Estas presentaciones no interfirieron con su oficio que, desde ese año y hasta 1955, lo desempeñó en la Editorial Kraft.
En 1931, con el nombre artístico Carlos García, fue el estribillista de la típica de Augusto Pedro Berto y, en 1933, acompañado por un trío se lo escuchaba en la popular “Matinee de Juan Manuel” y en diversos cines de barrio.
En 1934, subió al escenario de uno de los tantos de la Costanera Sur, en este caso el bar de “Don Vicente”, junto al ignoto por entonces, José Marrone, y un muchachito pianista que lo acompañaba, era Mariano Mores. Con este último pasó a un local vecino, el Bar El Nilo.
Un amigo lo llevó a la PAADI (Primera Academia Argentina De Interpretes) cuyo dueño era Luis Rubistein. Pronto lo presentaron en la emisora de Emilio Kartulovich, “La Voz del Aire”, acompañado por el trío Masobrio, Caldarella y Osvaldo Schelotto. Estando en la Academia, Rodolfo Sciamarella le propuso acortar su nombre, a partir de ese momento se transformó en Tino García.
Héctor Bates, difusor radial, periodista, que se dio el gusto de tener su orquesta propia, en 1936, pidió sus servicios para reemplazar a Carlos Roldán. Recorrieron numerosos locales y clubes, formaron un espectáculo en el que llegaron a figurar El Cachafaz y la cancionista Mercedes Carné. Alternativamente, siguió cantando como solista, con el conjunto de Vicente Salerno hasta 1940, cuando hizo un paréntesis. A partir de ese momento, se dedicó solamente a su oficio habitual y recién retorna al canto en 1945. Lo hizo como solista acompañado por las guitarras de Humberto Canataro, Roberto Pedretti, Alesandri y Reinaldo Baudino.
Al año siguiente, lo acompañaban al piano Francisco Trópoli o Andrés Fraga. Ese mismo año, 1946, su hermano Antonio, “Tito”, bailarín y bandoneonista, con academia de baile en la Avenida Corrientes 1671, lo conectó con Ángel D’Agostino con quien estuvo en la radio y trabajaron en numerosos clubes y salones de baile. Y es con esta orquesta con quien llegó por primera vez al disco, siendo además, la única con la que arribó a los estudios de grabación.
En los carnavales de 1949 estuvo con Joaquín Do Reyes, en el club Estudiantes de Villa Devoto y, como D’Agostino volvió a formar su orquesta, retornó a la misma. En 1953, lo reemplazó Ricardo Ruiz, porque emprendió una larga gira por ciudades del interior de Buenos Aires y de la provincia de Santa Fe.
Al regresar, se presentó en la confitería La Armonía como solista acompañado por el Sexteto Casado. En 1954 volvió con D'Agostino para los carnavales, en el Club Lanús, donde había otro cantor, era Ruben Cané. En 1959, actuaron en televisión y en el Marabú y Tino nuevamente, decidió parar para seguir sólo con la encuadernación.
Queda la certeza que su trayectoria pudo haber sido mucho más importante si se tiene en cuenta que rechazó, sucesivamente, ofrecimientos para actuar con Juan D’Arienzo, más adelante para viajar con Pedro Maffia a una gira por Brasil e inclusive, ser cantor de Juan Canaro para actuar en Japón. Tino, daba curso a su placer de cantar más que a una vocación, que además le proporcionaba un dinero extra, pero la base de su trabajo que nunca abandonó, la seguridad, estaba fijada en su habilidad y buen nombre que había conseguido como encuadernador.
Pero aún no había llegado el final de su carrera artística. En 1962, lo requirió nuevamente Joaquín Do Reyes para Radio El Mundo y, al año siguiente, de vuelta D’Agostino, quien había resuelto formar el llamado Cuarteto Evocativo, para presentarse en Canal Once y realizar sus últimas grabaciones.
Por último, en los años 1964 y 1965 actuó con el conjunto de Armando Lacava. Entonces si, punto final. Tenía solo 55 años y lo consideró suficiente. Seguiría encuadernando.
Fuente: Diario Clarín
Nota: Aquí, Raúl Iriarte, canta con Miguel Caló y Tino García con la orquesta de Ángel D'Agostino.
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Horacio Quintana nació en Teodelina, el 30 de mayo de 1920.
A los 12 años, comienza a cantar en una orquesta característica de su pueblo, que dirigía Eduardo Soto.
Ya adolescente, sus padres, Ramón y Ana, se trasladaron a Córdoba. Al poco tiempo, conoció a Felix Dardo Palorma y, durante dos años, conformaron un exitoso dúo folclórico que actuó en la provincia de Córdoba y en provincias vecinas. Lamentablemente, Tito fue convocado a cumplir con el servicio militar y se disolvió el dúo.
Después de haber cumplido el año de conscripción, se radicó en Buenos Aires (1942) y forma un conjunto de guitarras con la dirección de Antonio Bassi. Ya estaba definido como cantor de tangos.
Actuaba en distintos espectáculos hasta que, en 1944, Agustín Irusta lo escuchó y lo recomienda a su compañero de toda la vida, Lucio Demare, quien en forma inmediata lo incorporó a su orquesta en reemplazo de Raúl Berón, uno de los más grandes vocalistas del tango.
A partir de ese momento y por una sugerencia del director, Tito Gutiérrez pasó a llamarse Horacio Quintana. Debutó en Radio El Mundo y en el cabaret Casanova.
El 27 de julio de 1944, llegó al disco, para el sello Odeon registrando el tango "Solamente ella" y, en el acople, "Me están sobrando las penas". Después seguirían: "Corazón no le digas a nadie", de Luis Castiñeiras y Enrique Munné; "Se va una tarde más", de Luis Caruso y Enrique Cantore; el vals "Dos corazones"; "Alhucema", "Torrente", "Oriente", "El aguacero" y la milonga "Señores yo soy del centro".
Ya estamos en 1945. El 3 de enero, Demare registra el único instrumental: "Florcita", de Agustín Bardi y en el reverso, con la voz de Quintana, "Igual que un bandoneón", de Raúl Iglesias y Juan Gatti. Ese mismo año, grabaron: "Me quedé mirándola"; "Lo mismo que un tango", de Julio Albano y Santiago Coppola; y el 11 de junio, la última grabación juntos, "Nos encontramos al pasar", del primer violín de la orquesta, Raúl Kaplún y versos de José María Suñé. Entonces Demare disolvió la orquesta para partir hacia Cuba, contratado para reeditar el otrora famoso, "Trío Argentino", junto a sus amigos Roberto Fugazot y Agustín Irusta.
En su paso por la orquesta, Quintana dejó 14 registros y pudo demostrar toda su jerarquía de cantor, donde exhibe la interesante coloratura de su voz, su gran interpretación, sin exageraciones o dramatismos injustificados, con un fraseo cantable, es decir, con todo lo necesario que se debe tener para cantar bien el tango.
Al poco tiempo, formó un binomio con Raúl Kaplún que debutó en Radio Belgrano y en el café "El Nacional", pero duró muy poco, al finalizar el año Quintana fue convocado por Florindo Sassone para compartir el escenario con Jorge Casal. En marzo de 1947, pasó a la formación de Francisco Rotundo supliendo a Mario Corrales. El otro cantor era el consagrado Enrique Campos. En ninguna de las dos orquestas llegó al disco.
En 1948, inició su nueva etapa como solista, actuando en Radio Belgrano y realizando importantes giras dentro y fuera del país. En 1951 participa en la orquesta de su amigo Oscar Castagnaro junto a Héctor Inzúa.
En su nueva condición de solista, vuelve a grabar en 1957, para el sello Odeon, un disco simple con el tango "Inspiración" y en la otra cara, la milonga "Taquito militar", luego partiría a Uruguay, Chile y Perú.
Mantuvo la actividad hasta 1962, después se dedicó, aprovechando la experiencia adquirida en el mundo del espectáculo, durante tantos años, al manejo de espectáculos, festivales y artistas.
Representó a figuras de la talla de Hugo Del Carril, Atahualpa Yupanqui, Rosita Quintana y Edmundo Rivero.
Al final de la década del 60 su presencia se dividió entre tres ciudades: Buenos Aires, Córdoba y su querida Teodelina. En esta última, se produciría un hecho que marcaría el principio del renacimiento del alicaído tango, cuando vio actuar en su propia peña, a su amigo, el guitarrista Héctor Arbelo, acompañando a un joven intérprete, que además de cantar tocaba el bandoneón. Se trataba de un muchacho cordobés que hacía sus primeras armas: Rubén Juárez.
Inmediatamente, viajó a Buenos Aires con el cantor y lo hizo debutar en "Caño 14", acompañando la cartelera con verdaderos mitos del tango, entre ellos: Aníbal Troilo. Después, la televisión y el primer LP.
Con la guía de Quintana, a partir de 1970, Rubén Juárez se convertiría en una de las figuras más importantes de la música ciudadana.
Su obra como compositor: "Para vos canilla", que grabó Juárez en julio de 1969; "Volver a Chaplin", "Milonga del corralón", "Carta de Rosaura", "Es tuyo mi corazón", entre otros temas.
Domingo Ramón Gutiérrez, como fuera su verdadero nombre, falleció el 15 de noviembre de 2007.
Material rescatado de: http://www.teodelina.gov.ar/nota_comp.php?id=475
Tito, un gran tipo
Fue un gran tipo con la gente del periodismo, en especial conmigo. Respetuoso, amable y muy dado a conseguir material, teléfonos y entrevista, incluso, con quienes no representaba. Abierto a la charla, muy conocedor del medio y muy agradecido con su vida.
Padre de otro genial hombre del espectáculo: Danny Martin, genial bolerista, y también, muy buen tipo.
Hermano de un entrañable ser –para mí y muchos más- Julio Gutiérrez Martín, gran compositor, bohemio, poeta, escritor y entusiasta en todo.
Con Tito, Julio firmó varios tangos, boleros y temas de folklore, que grabaron entre otros, Rubén Juárez, Chacho Santa Cruz y Danny Martin.
Su Paso por Venado Tuerto y la región con sus representados, nos sirvió para conocer a un productor muy personal en su estilo.
Si no podía viajar, su hermano Julio, era el encargado de hacer todo por él.
Alguan vez, dijo: Mirá Alemancito, mi casa, mi comida, mi familia y mi billetera están para vos, entonces, estaría demás, decir que mi agenda es tuya.
Acto seguido, hizo parara mi viejo 4S y se bajó en una librería. Entró sin decir nada y volvió con unas veinte fotocopias de su agenda. Había teléfonos personales, de artistas y familiares. No lo podía creer, hice miles de notas gracias a esa copia y sus contactos en Bs. As.
Era sin vueltas, si se calentaba, no tenía límites. Estricto con sus artistas, hasta parecerse un patrón, pero todos hicieron una carrera importante a su lado.
Me entristeció su partida, pero debo confesar, que Tito vivió como él quiso, no como lo soñó, pero sí, como él lo quiso.
Un recuerdo grande para un hombre muy cortés conmigo y con sus allegados.
Dios sabe porque se llevó a dos grandes como Tito y el Negro Julio.
Siempre en mi Memoria.
Alemán56.
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PD: En la selección, hay dos tangos en solo de piano por Lucio Demare. No son dos solos, son dos genialidades.
Que disfruten de este material.
READ MORE - Tango - Canta Horacio Tito Quintana con Lucio Demare
Una selección que intenta rescatar aquellas voces que tuvieron posibilidad de grabar y fueron poco defundidas. En otros casos, consagrados que muy poco se escuchan en las radios; y que existen pocas posibilidades de edición de su material.
Espero les guste y deisfruten.
Aleman56
READ MORE - Tango - Quedaron sus grabaciones - Selección