Horacio Quintana nació en Teodelina, el 30 de mayo de 1920.
A los 12 años, comienza a cantar en una orquesta característica de su pueblo, que dirigía Eduardo Soto.
Ya adolescente, sus padres, Ramón y Ana, se trasladaron a Córdoba. Al poco tiempo, conoció a Felix Dardo Palorma y, durante dos años, conformaron un exitoso dúo folclórico que actuó en la provincia de Córdoba y en provincias vecinas. Lamentablemente, Tito fue convocado a cumplir con el servicio militar y se disolvió el dúo.
Después de haber cumplido el año de conscripción, se radicó en Buenos Aires (1942) y forma un conjunto de guitarras con la dirección de Antonio Bassi. Ya estaba definido como cantor de tangos.
Actuaba en distintos espectáculos hasta que, en 1944, Agustín Irusta lo escuchó y lo recomienda a su compañero de toda la vida, Lucio Demare, quien en forma inmediata lo incorporó a su orquesta en reemplazo de Raúl Berón, uno de los más grandes vocalistas del tango.
A partir de ese momento y por una sugerencia del director, Tito Gutiérrez pasó a llamarse Horacio Quintana. Debutó en Radio El Mundo y en el cabaret Casanova.
El 27 de julio de 1944, llegó al disco, para el sello Odeon registrando el tango "Solamente ella" y, en el acople, "Me están sobrando las penas". Después seguirían: "Corazón no le digas a nadie", de Luis Castiñeiras y Enrique Munné; "Se va una tarde más", de Luis Caruso y Enrique Cantore; el vals "Dos corazones"; "Alhucema", "Torrente", "Oriente", "El aguacero" y la milonga "Señores yo soy del centro".
Ya estamos en 1945. El 3 de enero, Demare registra el único instrumental: "Florcita", de Agustín Bardi y en el reverso, con la voz de Quintana, "Igual que un bandoneón", de Raúl Iglesias y Juan Gatti. Ese mismo año, grabaron: "Me quedé mirándola"; "Lo mismo que un tango", de Julio Albano y Santiago Coppola; y el 11 de junio, la última grabación juntos, "Nos encontramos al pasar", del primer violín de la orquesta, Raúl Kaplún y versos de José María Suñé. Entonces Demare disolvió la orquesta para partir hacia Cuba, contratado para reeditar el otrora famoso, "Trío Argentino", junto a sus amigos Roberto Fugazot y Agustín Irusta.
En su paso por la orquesta, Quintana dejó 14 registros y pudo demostrar toda su jerarquía de cantor, donde exhibe la interesante coloratura de su voz, su gran interpretación, sin exageraciones o dramatismos injustificados, con un fraseo cantable, es decir, con todo lo necesario que se debe tener para cantar bien el tango.
Al poco tiempo, formó un binomio con Raúl Kaplún que debutó en Radio Belgrano y en el café "El Nacional", pero duró muy poco, al finalizar el año Quintana fue convocado por Florindo Sassone para compartir el escenario con Jorge Casal. En marzo de 1947, pasó a la formación de Francisco Rotundo supliendo a Mario Corrales. El otro cantor era el consagrado Enrique Campos. En ninguna de las dos orquestas llegó al disco.
En 1948, inició su nueva etapa como solista, actuando en Radio Belgrano y realizando importantes giras dentro y fuera del país. En 1951 participa en la orquesta de su amigo Oscar Castagnaro junto a Héctor Inzúa.
En su nueva condición de solista, vuelve a grabar en 1957, para el sello Odeon, un disco simple con el tango "Inspiración" y en la otra cara, la milonga "Taquito militar", luego partiría a Uruguay, Chile y Perú.
Mantuvo la actividad hasta 1962, después se dedicó, aprovechando la experiencia adquirida en el mundo del espectáculo, durante tantos años, al manejo de espectáculos, festivales y artistas.
Representó a figuras de la talla de Hugo Del Carril, Atahualpa Yupanqui, Rosita Quintana y Edmundo Rivero.
Al final de la década del 60 su presencia se dividió entre tres ciudades: Buenos Aires, Córdoba y su querida Teodelina. En esta última, se produciría un hecho que marcaría el principio del renacimiento del alicaído tango, cuando vio actuar en su propia peña, a su amigo, el guitarrista Héctor Arbelo, acompañando a un joven intérprete, que además de cantar tocaba el bandoneón. Se trataba de un muchacho cordobés que hacía sus primeras armas: Rubén Juárez.
Inmediatamente, viajó a Buenos Aires con el cantor y lo hizo debutar en "Caño 14", acompañando la cartelera con verdaderos mitos del tango, entre ellos: Aníbal Troilo. Después, la televisión y el primer LP.
Con la guía de Quintana, a partir de 1970, Rubén Juárez se convertiría en una de las figuras más importantes de la música ciudadana.
Su obra como compositor: "Para vos canilla", que grabó Juárez en julio de 1969; "Volver a Chaplin", "Milonga del corralón", "Carta de Rosaura", "Es tuyo mi corazón", entre otros temas.
Domingo Ramón Gutiérrez, como fuera su verdadero nombre, falleció el 15 de noviembre de 2007.
Material rescatado de: http://www.teodelina.gov.ar/nota_comp.php?id=475
Tito, un gran tipo
Fue un gran tipo con la gente del periodismo, en especial conmigo. Respetuoso, amable y muy dado a conseguir material, teléfonos y entrevista, incluso, con quienes no representaba. Abierto a la charla, muy conocedor del medio y muy agradecido con su vida.
Padre de otro genial hombre del espectáculo: Danny Martin, genial bolerista, y también, muy buen tipo.
Hermano de un entrañable ser –para mí y muchos más- Julio Gutiérrez Martín, gran compositor, bohemio, poeta, escritor y entusiasta en todo.
Con Tito, Julio firmó varios tangos, boleros y temas de folklore, que grabaron entre otros, Rubén Juárez, Chacho Santa Cruz y Danny Martin.
Su Paso por Venado Tuerto y la región con sus representados, nos sirvió para conocer a un productor muy personal en su estilo.
Si no podía viajar, su hermano Julio, era el encargado de hacer todo por él.
Alguan vez, dijo: Mirá Alemancito, mi casa, mi comida, mi familia y mi billetera están para vos, entonces, estaría demás, decir que mi agenda es tuya.
Acto seguido, hizo parara mi viejo 4S y se bajó en una librería. Entró sin decir nada y volvió con unas veinte fotocopias de su agenda. Había teléfonos personales, de artistas y familiares. No lo podía creer, hice miles de notas gracias a esa copia y sus contactos en Bs. As.
Era sin vueltas, si se calentaba, no tenía límites. Estricto con sus artistas, hasta parecerse un patrón, pero todos hicieron una carrera importante a su lado.
Me entristeció su partida, pero debo confesar, que Tito vivió como él quiso, no como lo soñó, pero sí, como él lo quiso.
Un recuerdo grande para un hombre muy cortés conmigo y con sus allegados.
Dios sabe porque se llevó a dos grandes como Tito y el Negro Julio.
Siempre en mi Memoria.
Alemán56.
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PD: En la selección, hay dos tangos en solo de piano por Lucio Demare. No son dos solos, son dos genialidades.
Que disfruten de este material.
A los 12 años, comienza a cantar en una orquesta característica de su pueblo, que dirigía Eduardo Soto.
Ya adolescente, sus padres, Ramón y Ana, se trasladaron a Córdoba. Al poco tiempo, conoció a Felix Dardo Palorma y, durante dos años, conformaron un exitoso dúo folclórico que actuó en la provincia de Córdoba y en provincias vecinas. Lamentablemente, Tito fue convocado a cumplir con el servicio militar y se disolvió el dúo.
Después de haber cumplido el año de conscripción, se radicó en Buenos Aires (1942) y forma un conjunto de guitarras con la dirección de Antonio Bassi. Ya estaba definido como cantor de tangos.
Actuaba en distintos espectáculos hasta que, en 1944, Agustín Irusta lo escuchó y lo recomienda a su compañero de toda la vida, Lucio Demare, quien en forma inmediata lo incorporó a su orquesta en reemplazo de Raúl Berón, uno de los más grandes vocalistas del tango.
A partir de ese momento y por una sugerencia del director, Tito Gutiérrez pasó a llamarse Horacio Quintana. Debutó en Radio El Mundo y en el cabaret Casanova.
El 27 de julio de 1944, llegó al disco, para el sello Odeon registrando el tango "Solamente ella" y, en el acople, "Me están sobrando las penas". Después seguirían: "Corazón no le digas a nadie", de Luis Castiñeiras y Enrique Munné; "Se va una tarde más", de Luis Caruso y Enrique Cantore; el vals "Dos corazones"; "Alhucema", "Torrente", "Oriente", "El aguacero" y la milonga "Señores yo soy del centro".
Ya estamos en 1945. El 3 de enero, Demare registra el único instrumental: "Florcita", de Agustín Bardi y en el reverso, con la voz de Quintana, "Igual que un bandoneón", de Raúl Iglesias y Juan Gatti. Ese mismo año, grabaron: "Me quedé mirándola"; "Lo mismo que un tango", de Julio Albano y Santiago Coppola; y el 11 de junio, la última grabación juntos, "Nos encontramos al pasar", del primer violín de la orquesta, Raúl Kaplún y versos de José María Suñé. Entonces Demare disolvió la orquesta para partir hacia Cuba, contratado para reeditar el otrora famoso, "Trío Argentino", junto a sus amigos Roberto Fugazot y Agustín Irusta.
En su paso por la orquesta, Quintana dejó 14 registros y pudo demostrar toda su jerarquía de cantor, donde exhibe la interesante coloratura de su voz, su gran interpretación, sin exageraciones o dramatismos injustificados, con un fraseo cantable, es decir, con todo lo necesario que se debe tener para cantar bien el tango.
Al poco tiempo, formó un binomio con Raúl Kaplún que debutó en Radio Belgrano y en el café "El Nacional", pero duró muy poco, al finalizar el año Quintana fue convocado por Florindo Sassone para compartir el escenario con Jorge Casal. En marzo de 1947, pasó a la formación de Francisco Rotundo supliendo a Mario Corrales. El otro cantor era el consagrado Enrique Campos. En ninguna de las dos orquestas llegó al disco.
En 1948, inició su nueva etapa como solista, actuando en Radio Belgrano y realizando importantes giras dentro y fuera del país. En 1951 participa en la orquesta de su amigo Oscar Castagnaro junto a Héctor Inzúa.
En su nueva condición de solista, vuelve a grabar en 1957, para el sello Odeon, un disco simple con el tango "Inspiración" y en la otra cara, la milonga "Taquito militar", luego partiría a Uruguay, Chile y Perú.
Mantuvo la actividad hasta 1962, después se dedicó, aprovechando la experiencia adquirida en el mundo del espectáculo, durante tantos años, al manejo de espectáculos, festivales y artistas.
Representó a figuras de la talla de Hugo Del Carril, Atahualpa Yupanqui, Rosita Quintana y Edmundo Rivero.
Al final de la década del 60 su presencia se dividió entre tres ciudades: Buenos Aires, Córdoba y su querida Teodelina. En esta última, se produciría un hecho que marcaría el principio del renacimiento del alicaído tango, cuando vio actuar en su propia peña, a su amigo, el guitarrista Héctor Arbelo, acompañando a un joven intérprete, que además de cantar tocaba el bandoneón. Se trataba de un muchacho cordobés que hacía sus primeras armas: Rubén Juárez.
Inmediatamente, viajó a Buenos Aires con el cantor y lo hizo debutar en "Caño 14", acompañando la cartelera con verdaderos mitos del tango, entre ellos: Aníbal Troilo. Después, la televisión y el primer LP.
Con la guía de Quintana, a partir de 1970, Rubén Juárez se convertiría en una de las figuras más importantes de la música ciudadana.
Su obra como compositor: "Para vos canilla", que grabó Juárez en julio de 1969; "Volver a Chaplin", "Milonga del corralón", "Carta de Rosaura", "Es tuyo mi corazón", entre otros temas.
Domingo Ramón Gutiérrez, como fuera su verdadero nombre, falleció el 15 de noviembre de 2007.
Material rescatado de: http://www.teodelina.gov.ar/nota_comp.php?id=475
Tito, un gran tipo
Fue un gran tipo con la gente del periodismo, en especial conmigo. Respetuoso, amable y muy dado a conseguir material, teléfonos y entrevista, incluso, con quienes no representaba. Abierto a la charla, muy conocedor del medio y muy agradecido con su vida.
Padre de otro genial hombre del espectáculo: Danny Martin, genial bolerista, y también, muy buen tipo.
Hermano de un entrañable ser –para mí y muchos más- Julio Gutiérrez Martín, gran compositor, bohemio, poeta, escritor y entusiasta en todo.
Con Tito, Julio firmó varios tangos, boleros y temas de folklore, que grabaron entre otros, Rubén Juárez, Chacho Santa Cruz y Danny Martin.
Su Paso por Venado Tuerto y la región con sus representados, nos sirvió para conocer a un productor muy personal en su estilo.
Si no podía viajar, su hermano Julio, era el encargado de hacer todo por él.
Alguan vez, dijo: Mirá Alemancito, mi casa, mi comida, mi familia y mi billetera están para vos, entonces, estaría demás, decir que mi agenda es tuya.
Acto seguido, hizo parara mi viejo 4S y se bajó en una librería. Entró sin decir nada y volvió con unas veinte fotocopias de su agenda. Había teléfonos personales, de artistas y familiares. No lo podía creer, hice miles de notas gracias a esa copia y sus contactos en Bs. As.
Era sin vueltas, si se calentaba, no tenía límites. Estricto con sus artistas, hasta parecerse un patrón, pero todos hicieron una carrera importante a su lado.
Me entristeció su partida, pero debo confesar, que Tito vivió como él quiso, no como lo soñó, pero sí, como él lo quiso.
Un recuerdo grande para un hombre muy cortés conmigo y con sus allegados.
Dios sabe porque se llevó a dos grandes como Tito y el Negro Julio.
Siempre en mi Memoria.
Alemán56.
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PD: En la selección, hay dos tangos en solo de piano por Lucio Demare. No son dos solos, son dos genialidades.
Que disfruten de este material.
2 comentarios:
Maravilloso material éste !! felicitaciones y gracias por publicarlo . Saludos
Gracias por este material tan completo!
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