No, es imposible olvidar. Ver a padres, madres con
sus hijos acurrucados en el metro cuadrado de una mesa para zafar del agua y
poder dormir algunos minutos sin tener los pies en el agua.
Por mi profesión, conviví con inundados en varias
ciudades del país, pero sufrirla personalmente, jamás se me hubiera ocurrido.
Tener que ver, con impotencia y sin posibilidad alguna de defensa, como el agua
avanza sin compasión alguna por los espacios secos y acrecentando el
nerviosismo de cada uno, sintiéndose incapaz de lograr generar una idea clara
para contener el avance del agua y la destrucción de lo poco que uno tiene.
La casa por dentro, después más y más.... |
El patio, ya no había esperanza alguna, ni lugar para nada... |
La impotencia familiar se denota en los silencios.
Se habla poco, se come mal, se pasa peor por el frio y la humedad; y los
semblantes son sombríos y tristes. La inmensa soledad del afectado es visible, palpable y terrorífica,
a pesar, que vecinos solidarios, bomberos sacrificados y familiares llamando y
alentando, no alcanzan para borrar el sentimiento de indignidad y humillación en
la que se es hundido, como se hunden los muebles y elementos de trabajo, bajo
el agua.
Los pequeños animales listos para faenar, se
ahogan y cada peso que apostaste para tener un pollo, un pavo o los mismísimos
perros, se quedan sin posibilidades; y cada una de las cosas que observas y quieres
defender, son más frustraciones que carga tu alma y tu humillación.
El drama de los vecinos |
Bomberos, empleados comunales y vecinos ayudando |
No, nunca más diré: “Imagino el dolor de esa gente”,
cuando vea imágenes de una inundación, solo por cumplir con mi moral y auto
convencerme que soy solidario. No, no lo diré jamás, por un solo hecho:
El que no la sufrió no puede llegar a entender la
dimensión del hecho.
Gracias a los solidarios vecinos, a los pibes del
pueblo; y un inmenso agradecimiento a Los Bomberos Voluntarios de Sanford y
toda la región.
Lo que era el gallinero, llegó a tener casi un metro de agua |
El galponcito de las herramientas y los animales muertos |
Bomberos y policías al rescate de los vecinos, triste, muy triste |
Y además, un llamado de atención a todas las
autoridades responsables de esta inundación.
“Los pueblos marchan con sus dirigentes a la
cabeza o con la cabeza de sus dirigentes”, no abusen, no ignoren, no malgasten
tiempo: La gente no lo tolerara.