Espero que nuestros lectores le den la importancia que
merece éste disco, para mí, el mejor disco homenaje a Enrique Santos Discépolo.
Y es bueno, antes de seguir, aclarar a los visitantes de otras partes del
mundo, que El Narigón, fue uno de los artistas más importantes que pisara los
set, las tablas y las radios argentinas. Su apoyo incondicional al
Justicialismo, lo llevó al punto de sentir que su vida no tenía sentido. La
oposición, ayudada muchas veces por sus propios colegas, armó una instancia de
persecución, que llego al extremo de comprar todas las entradas de sus obras de
teatro y cerrar la sala para dejarlo dándose de narices contra el telón.
Llegaban a su casa, cajas envueltas para regalo que contenían excrementos
humanos. Su mujer era repudiada en las calles y negocios; y hasta se llegó a
amenazarlo con matarlo en medio de una función, lo que obligo a levantar de
cartel, un trabajo que habían ideado con artistas que lo apoyaban y querían.
Ese actor, director de cine, teatro, escritor, director de orquesta y
apasionado del país, al poco tiempo se dejó morir. No comía, no dormía y ni el
cariño de sus amigos, pudo sacarlo de ese pozo al que los arrojaron los mismos,
que años antes el defendió. El disco refleja algo de lo mucho hecho por
Discépolo, al que se le debe un homenaje por idealista y creador.
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