El solo hecho de mencionar al cantor, artista, escritor y director de cine, es un hecho relevante y lleno de matices de una vida dedicada al arte y a la política.
Un desprendido en todo, más con el dinero. Sufrió abusos políticos y de “amistades”. No se guardó un peso, todo lo dedico a su vida de artista y a compartir con quienes luego lo traicionaron o estafaron.
Sin dobleces, ya de viejo, no se permitió bajar la cabeza y con generosa hidalguía enfrentó momentos muy duros.
Cuando su fue para no volver, creo, que los argentinos no nos dimos cuenta que perdíamos una pata sagrada de la mesa de dirigentes honesto, leales y desprendidos, que este país necesita.
Quedó su obra y vaya, si vale la pena.
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