Un disco muy particular del gran maestro, el retorno a una sala de grabación y la aceptación final de la voz del Negro Abel Cordoba, asentandose definitivamente en la orquesta, acompañado, nada más y nada menos que de Jorge Maciel. Lindísimo disco editado ya en la década del 60, para ser justo, en el 64. Espero lo disfruten y se cuiden mucho, la pandemia no perdona a los "valientes de cartón". Un abrazo.
Osvaldo Pugliese - El tango se llama
gracias por pugliese!
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